Teoría rolera. La Toma de decisiones 1

Decíamos ayer que uno de los pilares básicos del rol lo constituye la toma de decisiones, y definíamos ésta como el conjunto de aspectos que definen la forma en la que los jugadores representan a sus personajes.

Siendo por tanto este un aspecto tan importante, dediquémosle el tiempo que se merece.



Vamos a analizar una serie de conceptos previos que tienen un papel importante en nuestro papel como jugador, de modo que su análisis, nos ponga en la dirección adecuada.

- La interpretación.
- El tipo de decisiones como jugador.
- La toma de conciencia.
- Un Punto de partida para la definición del personaje

La interpretación

Es habitual que un juego de rol se defina como un juego de interpretación en el que los jugadores actúan como personajes ficticios.
Para una parte importante de jugadores interpretar o “actuar” supone una limitación personal importante, ya que para ellos, la interpretación o actuación es una barrera, ya sea por pudor, vergüenza, inseguridad, o incomodidad personal.

Por ello, es necesario comentar que desde mi punto de vista, la interpretación no es una necesidad del juego como tal, es simplemente una opción, un recurso, muy apreciada todo sea dicho por un gran número de jugadores.
Pero volviendo de nuevo al contrato social, y a la necesidad de que la experiencia sea satisfactoria para todos los participantes, el juego debe permitir el acercamiento de los diferentes tipos de jugadores, a su ritmo.

Tomemos como referencia un determinado juego de consola en el que pudieras jugar con la vista en primera persona, mirando a través de los ojos del personaje, o en tercera persona, digamos que mirando desde un metro de distancia de su cuerpo. En ambos casos, la sensación de partida puede ser muy satisfactoria para dos tipos de jugadores diferentes, la partida debe permitir que cada uno de ellos pueda permanecer en la modalidad elegida, la que más se adapta a sus necesidades.

El director de partida nos introduce en una situación de taberna del siglo XVI en la que nos ofrecen un vino excesivamente aguado.

1- Luis. Interpreta su  respuesta diciendo. ¡Boto a bríos! ¿Quién es el Filieputa que me ve a mí y a mi hoja cara de imberbe?

2- Luis. Representa a su personaje y se dirige al director de juego. Me levanto con la jarra en la mano y me dirijo al sirviente maldiciendo.

Es habitual que en bastantes partidas, sea el director de juego el único que representa, actúa y modula la voz como alguno de los personajes en aras de conseguir un mayor grado de inversión de los jugadores, es para él un recurso narrativo de alto valor igualmente, no una necesidad.

En estos artículos, hablaremos siempre de la toma de decisiones,  y dejaremos en manos de los jugadores y su grado de confianza o apetencia, como reflejen las mismas en la partida.

Tipos de decisiones como jugador

Cabe de igual modo comentar que las decisiones que toman los jugadores durante la partida no se ciñen exclusivamente a las tomadas para representar a su personaje.

Lo mas habitual es que tomen decisiones para representarlo, definirlo y para evolucionarlo. Pero también es habitual que en algunos juegos, además se les ceda cierto control sobre aspectos relacionados con el arco narrativo conduciendo parte de este, afectándolo, etc, o sobre los mecanismos de resolución, condicionando ciertos resultados, modificándolos, etc.

- Consumo un punto de “oportunidad, destino, etc.” para intentar encontrarme un arma en la habitación.

- Cambio el resultado de esta tirada, o vuelvo a tirar.

Pero estas decisiones no son propias de su personaje, sino de su persona sobre el personaje, la evolución de la historia, o las consecuencias de ciertas decisiones, y por lo tanto lo consideraremos y trataremos en el apartado de mecanismos de resolución, y el arco narrativo.

Por toma de decisiones, nos ceñiremos a las que adopta bajo la piel de su personaje para representarlo, definirlo y desarrollarlo.

La toma de conciencia.

Para que las decisiones tomadas produzcan una partida satisfactoria y genere una historia coherente, es fundamental que el jugador tome conciencia de su personaje, se sienta cómodo con él y lo domine, independientemente de si se siente capaz de interpretarlo, su misión principal es representarlo.
El grado en que consiga esto, marcará en gran parte su sensación de partida, y la del resto de la mesa.

Dará igual lo bien que se desarrolle la historia, lo interesante y compleja de la trama, lo adecuado del ritmo de partida, si el jugador no asume como propias  las aptitudes y debilidades de su personaje, será insensible a lo que le ocurra, y ocurra en su entorno. Y sus decisiones no serán coherentes con su personaje, con lo que la historia generada tampoco lo será.

Para representar a un personaje, es necesario entenderlo, y debemos dedicar un tiempo especial a su elaboración y asimilación, como si de un traje a medida se tratara. Solo que no recortaremos y modularemos el traje a nosotros, nosotros nos modularemos al traje.


Un punto de partida para la definición del personaje

Sea cual sea el juego de rol que utilices, en todos ellos se da un aspecto básico común.

Representamos seres (vivos o no), con capacidades (no necesariamente físicas) y aptitudes intelectuales desarrolladas (algo al menos), que se relacionan (y que por tanto establecen roles sociales) con otros individuos (de su misma especie y/o de otras), en un determinado entorno (medio).

La representación de un árbol en mitad del bosque al que no se acerca nadie, no produce historias muy interesante, o quizás si, ¿quien sabe?.

Resumiendo.

Representamos seres, con capacidades y aptitudes intelectuales desarrolladas, que se relacionan con otros individuos en un determinado entorno.

Qué grande es el Rol, la propia simpleza de la frase y la imposibilidad de concretar o cerrar más cada término indica su magnitud.


 

Nota del autor: Esto es solo una premisa de partida y de trabajo, espero y deseo que cualquier propuesta o regla que se proponga seas capaz de transgredirla posteriormente.
Es habitual que en los juegos de rol te describan directamente a los personajes a partir de la definición de una serie de atributos principales,  una serie de habilidades secundarias, y los aspectos a tener en cuenta para distribuir una serie de valores entre estos.
En estos artículos en cambio vamos a analizar y experimentar sobre ellos para llegar a unas conclusiones que no solo te permitan conocer sino transgredir posteriormente sus premisas para adaptarlas a tus necesidades, sin que se pierda la coherencia del conjunto.
Lo que te propongo son solo una serie de premisas en código abierto.


Veamos cómo podríamos definir a un ser o individuo.

Vamos a partir de la base de que definir y caracterizar a un individuo es algo complejo, ya que nos metemos en el terreno de la metafísica y no podemos caer en esos pantanos, necesitamos una simplificación gestionable y razonable que nos permita posteriormente su desarrollo.

Para resolver el problema, vamos a aproximarnos, igual que hemos hecho otras veces, rodeándolo desde fuera hacia dentro a partir de una situación frívola. 

Imaginemos que tu personaje se enfrenta a la decisión de cruzar o no un río. ¿Qué aspectos crees que van a influir en su decisión de cómo actuar?:

Por ejemplo:

- Sus capacidades físicas. Será más tendente a cruzarlo nadando si dispone de una condición física atlética y una resistencia adecuada, que si es alguien de avanzada edad, obeso o tiene déficit de coordinación personal importante.

- Sus aptitudes mentales. Ya sea a nivel de conocimiento o conducta. En función de si conoce el río (profundidad, posibles alternativas, etc.). En función de si sabe nadar, y lo hace habitualmente lo cual le aporta confianza, si tiene una motivación suficiente para hacerlo, y no hay en su pasado experiencias previas que le supongan una limitación (fobia, miedo), etc.

-  Su posición o rol adquirido respecto del  resto del grupo. Si eres el jefe del grupo y eres tú quien debe determinar cómo actuará todo el grupo, o si eres un subordinado y recibes la orden de que hacer de un superior jerárquico. O tal vez simplemente tu opinión se vea influenciada por la de alguien a quien respetas y estimas.

Vemos por tanto que las aptitudes del individuo van a tener una gran influencia en cómo se enfrenta a sus decisiones.



Como conclusión.

Podemos por tanto hacer una primera aproximación a la definición de un determinado personaje, a través de las aptitudes básicas que lo caracterizan.



Todo esto puede parecer algo complejo o difícil de pensar para cada caso, pero contrariamente resulta de lo más sencillo y gratificante cuando asimilas tu personaje y lo representas, en la mayoría de los casos lo harás de manera intuitiva.

Llegados a este punto,y por no alargar, creo que estamos en una perfecta plataforma de lanzamiento hacia el análisis del ser , el coloreado y la caracterización de los personajes.

Pero esto será otro día.


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